domingo, 16 de septiembre de 2007

Funciona!

La escalera de la UNQ se ha revelado como un instrumento musical fantástico. A tal punto que hemos decidido que el primero de los "estudios" que vamos a tocar próximamente esté compuesto solamente de los sonidos propios, sin agregado de procesos de sonido por computadora.
Hace un par de sábados hicimos la primer función extraoficial, que sirvió como cierre de un programa que el ciclo "Arte vivo 2" de Canal á estuvo grabando sobre Buenos Aires Sonora, y específicamente sobre el proceso de creación de este trabajo.
Los "estudios para escalera intervenida" están en crecimiento continuo, por eso decidimos hacer un primer "corte" para las primeras semanas de noviembre. La idea es hacer un ciclo de tres o cuatro presentaciones para contar con el feedback del público y luego continuar trabajando desde febrero para sacarle más jugo al espacio y los diferentes tipos de situaciones que se pueden proponer. Estas situaciones van desde la realización de un concierto, pasando por la invitación a que la escalera se apropiada por bailarines, a una situación más lúdica, haciendo que los usuales transeúntes de la universidad de Quilmes hagan "música" mientras suben la escaleras arriba o bajan las escaleras abajo (parafraseando a Girondo). Para noviembre, seguramente presentaremos tres o cuatro estudios, algunos de creación colectiva, con y sin procesamiento de sonido en tiempo real, más alguna situación interactiva.
Subo algunas fotos y unos pequeños clips de audio que ayudan un poco más a entender de que va la cosa.

Escalones entre primer y segundo piso

Cada uno de los 40 escalones de la escalera está construido con un material desplegable que suena como una especie de timbal. Sin micrófonos no se percibe nada. Con micrófonos puestos en un costado se tienen cuatro sonidos por escalón que pueden ser accionados con baquetas de todo tipo, las palmas de las manos, pelotas blandas y friccionado. El timbre de cada "nota" cambia según el punto de contacto.






Esta es una vista desde el segundo piso, desde donde probablemente se ubique el público en las primeras funciones "abiertas", de noviembre. En esta toma la luz "cenital" está encendida para la filmación que hacía la gente de "Canal á" (se ve al camarógrafo y sonidista en la parte inferior. El efecto visual más interesante es el que se ve en la foto anterior: una luz móvil desde abajo de la escalera que, por tener escalones con entramado permite pasar la luz a la vez que crea texturas en movimiento.

Las fotos son de Luciana Ferraro, que tiene a su cargo la puesta en escena e iluminación de este proyecto.

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