jueves, 2 de agosto de 2007

Sonidos endógenos

Desde hace un par de meses estamos trabajando en la intervención sonora de una transitada escalera metálica que se encuentra en la Universidad Nacional de Quilmes.


Los escalones de la escalera son particularmente interesantes, porque están hechos de un entretejido metálico que permite obtener una gran variedad de sonidos cuasi-tónicos.

Según el punto de contacto y el tipo de material usado para percutirlo se puede modificar en forma notable el timbre resultante.
Lo que hace más interesante el material es que se trata de sonidos que no se escuchan sin la mediación de micrófonos especiales. Justamente, la escalera de la UNQ que conecta las aulas de Planta Baja, Primer y Segundo Piso y el salón de Internet contiene una variedad de sonidos "endógenos" rica, mucho más allás de los que previsiblemente surgen, por ejemplo, si se golpea una baranda con una llave.
Es esa riqueza oculta de base la que nos motiva a operar esta transformación de la escalera en instrumento musical. De este modo trastocamos no solamente la percepción sobre un objeto utilitario, de intenso uso cotidiano, sino sobre el espacio en el que está emplazado. Se trata de nuestra primer experiencia en un espacio público, pero bajo techo.
Por cierto, este proyecto tiene características similares a nuestro trabajo con el Puente de Calatrava. Solo que éste es de carácter camarístico. Aquí cambiamos la espectacularidad por un trabajo más intenso sobre el detalle. También pensamos utilizar procesamiento de sonido en tiempo real. Pero, lo bueno, nuevamente es que la materia prima no es "metafórica" sino real: hay un universo de sonidos todavía por descubrir que son interesantes de por sí, sin modificaciones digitales.
Una gran ventaja que tenemos en esta ocasión es que la UNQ es el espacio de trabajo de Buenos Aires Sonora (los integrantes somos docentes, egresados e investigadores allí, y parte del grupo forma parte del Programa de investigación Teatro Acústico).
En cuanto a la producción, ya terminamos de definir el dispositivo de captura de señales, se está trabajando para reducir al máximo problemas previsibles como los de sonidos espúreos de todo tipo que se producen durante la cadena electroacústica.
Estamos haciendo un "inventario" o librería sonora sobre la base de una especie de tablatura de la escalera:

Creo que la tablatura, además de su evidente utilidad como herramienta de sistematización, terminará siendo el soporte para la escritura de obras. No es solo para localizar las fuentes sonoras específicas, sino también para tomar conciencia de la distribución espacial de los mismos y las posibles trayectorias de intérpretes u objetos que pongan en vibración a la escalera.
Lo que viene es aprender a tocar el instrumento-escalera. Básicamente estamos haciendo improvisaciones pautadas. Seguramente terminaremos en una primer versión de obra improvisada. Pero la idea es componer diferentes piezas, situaciones, como diferentes estudios propuestos por todos los integrantes del grupo.

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